Café Honduras

Honduras es uno de los países pioneros en el mundo del café, destinando más de 300 000 hectáreas al cultivo de cafetos. El sector cafetero supone una importante parte de su PIB, siendo año tras año, más importante para su economía nacional y para la creación de empleo. Gran parte de este éxito es debido a las características de los cafés hondureños que explicaremos a continuación:

• El clima: Cómo podemos ver reflejado en cafés de otros países cercanos a Honduras, el clima es uno de los factores que justifica la calidad de este café. Esto se debe a que los cafetos crecen en un clima tropical y equilibrado que permite que el desarrollo del grano se realice mediante condiciones óptimas. No obstánte, hay lugares de Honduras en los que las lluvias son abundantes como, por ejemplo, la zona costera de Honduras.
• La altitud: El grano hondureño se encuentra afectado positivamente por la altitud a la que es cultivado. La altitud media de cultivo de café se encuentra entre los 1000 y 1500 metros sobre el nivel del mar, lo que permite que el grano de café hondureño sea muy aromático y con una acidez más pronunciadas que otros cafés de países vecinos.
• La calidad de los procesos: En los últimos años, el gobierno hondureño junto con el Instituto hondureño del café han priorizado el aumento de la calidad del café hondureño mediante la implementación y la inyección de recursos. Esto ha permitido al mundo de café, mejorar sus rendimientos productivos, empleando menos tiempo de trabajo y obteniendo mayores cantidades de café. Las exportaciones de café honduras han incrementado y es un mercado al alza que, año tras año, supera sus propias expectativas.
• La sombra: El 95% de las plantaciones de cafetos son cultivados en la sombra. De esta forma, en épocas en las que mella la sequía, la humedad del suelo puede contribuir de forma muy positiva al seguimiento del desarrollo del cafeto sin apenas influencia de la sequía.

Debido al aumento de la importancia del café en su economía nacional, el país destina una gran cantidad de tierras al cultivo de cafetos, alrededor de 300 o00 hectáreas de su terreno nacional. La zona cultivada se encuentra dividida en distintas áreas o regiones hondureñas, dando como resultado un café diferente en cuánto a sus características. Estas principales regiones dedicadas al cultivo de cafetos son:

• Región de Copan: Es una región que se encuentra sobre los 1250 metros de altitud y colinda con Guatemala. Al estar en directo contacto con Guatemala, se entiende que el café de la región de Copan y el café de Guatemala es muy similar, puesto que se encuentra en condiciones climatológicas y terrenales muy parecidas. En la región de Copan, se encuentran las mayores variaciones de la temperatura y humedad que afectan directamente al cafeto durante su desarrollo. Las variedades más destacadas de esta zona son Caturra, Catuai y Bourbon.
• Región de Montecillos: Es una región situada en la frontera con El Salvador que se encuentra a una altitud aproximada de 1350 metros sobre el nivel del mar. Las temperaturas de esta región son muy similares a las temperaturas registradas en la región de Copan, por lo que afecta, prácticamente, de la misma forma a la formación del cafeto. Las variedades de café mas populares en esta región son Catuai, Caturra, Bourbon y Pacas.
• Región de Comayagua: Esta zona geográfica se encuentra en el centro del país, a una altitud aproximada de 1200 metros sobre el nivel del mar. Esta región es especial porque tiene lugar el cultivo de una nueva variedad de café que, anteriormente, no hemos visto en las otras dos regiones. Se trata de la variedad Typica. La región de Comayagua registra temperaturas más elevadas y una precipitación anual más reducida que posibilita el perfecto desarrollo de la variedad anteriormente dicha. Las principales variedades, a parte de la variedad Typica, son Caturra y Bourbon.
• Región de Opalaca: Esta región es muy parecida a la región de Comayagua respecto a sus condiciones climatológicas y terrenales. Por esta razón, las principales variedades que se cultivan en Opalaca son las mismas que en Comayagua (Typica, Caturra y Bourbon). La altitud de esta región se encuentra aproximadamente por los 1200 metros sobre el nivel del mar y su precipitación anual es la menor de todo el país.

En un principio, el café comienza a adquirir gran importancia en Etiopía y se exportaba a Yemen. A partir de entonces, el café comienza a tener revuelo y a ser nombrado entre la ciudadanía de Yemen, pero no se produce una expansión masiva hasta alcanzar el siglo XV llegando a lugares populares como la actual Estambul, anteriormente llamado como Constantinopla.

Es en el año 1600 cuando el café aterriza en Europa y comienza un periodo de expansión europea entre distintos país de la zona. El café fue introducido en Europa por mercaderes venecianos, con el fin de comercializarlo en su territorio. Posteriormente, al haber observado como el café comenzaba a adquirir gran importancia en ciertos países europeos y africanos, comenzó su cultivo en tierra latinoamericana, concretamente, en Costa Rica. Esta primera plantación fue registrada en el año 1791 y tardó 30 años más en ser cultivada en algunos países de Latinoamérica. Es decir, en 1830 comenzó su plantación en países como Colombia o Guatemala, obteniendo un crecimiento exponencial con el paso de los años. No obstánte, la primera plantación registrada en Honduras tiene lugar en 1804, siendo uno de los primero países en apostar por la comercialización nacional e internacional del café, en un mercado que se encontraba en constante crecimiento y que ya suponía una importante vía de ingresos para quiénes trabajas en el mundo del sector. Se empezó a cultivar en Honduras en las regiones de Comayagua y Olancho.

Llegados al 1950, el gobierno hondureño comienza a destinar importantes recursos al sector cafetero con la finalidad de aumentar la productividad y incentivar el cultivo de más plantaciones. Esto se debe a que el café se estaba convirtiendo en un mercado muy rentable que permitía a los países aumentar la creación de puestos de trabajo y tener importantes ingresos procedentes del interior y del exterior del país. En 1972, se forma un comité llamado Instituto Hondureño del Café que nace, básicamente, con la finalidad de establecer cierto control en la calidad y mejorar las condiciones de las infraestructuras. De esta forma, el café Honduras podría, aún más, incrementar sus rendimientos en el café y convertirse en uno de los países con mayor importancia en el mundo del café.

En 1990, comienza un periodo de situación crítica en la que el café hondureño no dispone de las suficientes estructuras de transformación y disminuye, considerablemente, la calidad del café hondureño. En este preciso instante, el gobierno hondureños impone un impuesto para la modernización de la infraestructura del sector cafetero y para salir de esta situación de crisis provocada por la falta de recursos.